viernes, 23 de abril de 2010

Extraño el venir del tiempo

Extraño verte durmiendo las noches que se avecinan

bajo la lluvia apacible en un desvelo de invierno,

mientras me cantas los sueños con tu aparente sonrisa

y mis pupilas te beben pintada sobre el silencio...



Extraño escuchar mi nombre sobre tus labios primero

y desnudarte en el alba como el sol a los lirios,

vestir tu aliento en suspiros con esta sed de mis besos

y el descubrirnos dichosos tras el amor y el delirio...



Los parques que de la mano no les contamos lo nuestro...

los mares que no le han dado la sal a tu piel entera...

las atardeceres rojos que aun no conocen tus labios...

las lunas que no te han visto paseando por mis quimeras...



Extraño encontrar tu aroma sobre mi pecho vencido

y tus cabellos tendidos... ¡extraño el venir del tiempo...!

De aquello que nos juramos y aún no lo hemos vivido,

tan inefable y sublime... como seguirnos queriendo.


Beto Aveiga, Ecuador, 2010

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