miércoles, 26 de diciembre de 2018

Vuelve

Recuerdo poder recostar mi cabeza en tu regazo, y dormitar, mientras me acariciabas el cabello, y yo cerraba los ojos. Qué momento. Para atesorarlo como lo hago.

De repente, me dabas un beso, dos, y reías. Y me seguías acariciando. El rostro, mientras yo ronroneaba feliz, como los felinos.

Tranquilo, relajado, feliz. De estar contigo, de estar a tu lado. De que existas y que me amas.

Me comentabas de que siempre me recostaba sobre el costado izquierdo. Dato curioso, que no consideré relevante. Digo curioso, porque ahora, me he acostumbrado, más por comodidad (que no me duela, pues) a recostarme del lado contrario. Pero no es cosa consciente. Siempre despierto recostado del lado izquierdo. Las costumbres no se pierden. Ni los amores, ni las querencias. Sólo creemos que cambiamos. Evolucionamos, pero de una manera lenta, controlada, medible.

Si dices "Te Amo", eso es. No termina, evoluciona. No cambia, sigue ahí. Se transforma. Otra cosa es que lo aceptes, que venzas el miedo a reconocerlo. Así de simple, y así de complicado.

Conveniencias. Siempre tienen que salir. Si es conveniente, si no lo es.

Volviendo al principio, en tu brazos, en tu regazo, era (soy) feliz. No me importaba el mundo y sus enredos. Al demonio todo. Recuerdo que a veces canturreabas, y me encantaba eso. Momentos de los dos. Nuestros momentos. Como una vez te dije, lugares comunes, refugios del corazón. Amor de verdad.

Te Extraño. Tal vez lo entiendas. Incluso tal vez lo leas. Ojalá. Tengo frío. Un frío que solo me quita tu cuerpo, y tu boca traviesa...

Tu boca. Boquita de beso, como siempre te dije. Como me gusta. Esa boca que fue la primera que besé, y la que primero me besó. La extraño. Te extraño.

Extraño recorrer tu cuerpo, tanto con los ojos, como con los labios. Y decirte bella, decirte hermosa, decirte deseable.

Y también con la punta de mis dedos. Y como te gustaba, y como me gustaba a mí. Me decías que siempre te llamó la atención eso. Que es como si tocara una guitarra. Linda comparación. Algo que yo hacía inconscientemente, y que te encanta. Cerrabas tus ojos y te dejabas hacer...

Te extraño. Te extraño tanto.

Como dice el cantante, en su canción... Vuelve

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