Tan paralelas eran esas líneas que se enamoraron una de la otra...
Por desgracia, según saben bien los matemáticos, las líneas paralelas no se juntan... Si se juntan, ya no serían paralelas.
Por eso, según la teoría, aunque las líneas paralelas se alarguen hasta el infinito, y una vez ahí se sigan alargando, de cualquier modo... ¡jamás se juntarán!
¡Qué destino tan triste el de las líneas paralelas!
Sin embargo, las líneas paralelas de mi cuento no creían en el destino... ¡ellas creían en el amor!... y el amor es más fuerte que el destino...
Ni siquiera tuvieron que llegar al infinito para juntarse esas dos líneas... aquí, cerquita... ¡se juntaron!... aquí, a la vuelta de la esquina... y se volvieron una sola línea.
Pero en verdad... son dos líneas paralelas.
Eso... eso no lo saben los matemáticos...
Pero... a fin de cuentas... ¿qué saben los matemáticos?
Armando Fuentes Aguirre
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