que desdicha la mía, no poder sentir tu suave piel,
ni poder rozar con mis labios la comisura de los tuyos,
deseando cada mirada, cada suspiro, cada sonrisa
proveniente de tu ser…
Que desdicha la mía, abrir mis ojos y ver
que un día más ha comenzado sin ti,
que mis manos no puedan sentir el tacto
que viene de tus cálidos brazos, no poder abrazarte
ni susurrarte lo que en este momento
mi corazón palpita con toda su consistencia…
Si el amor nos ha unido pido a Dios
que no nos separe porque glorioso es el día
que luego de convivir con tu dulce ausencia
pueda sentirte de verdad, abrazarte de verdad,
besarte de verdad…
Porque incluso el dolor si fuera parte de tu ser
sería el dolor más condenado y dulce
que yo pediría con toda la resistencia de mi amor.
Es difícil no poder compartir toda mi vida contigo,
no tener ni sólo un día completo para poder mirarte
y apreciar tal belleza que emana tu espíritu
que compone tu corazón y que hace ritmo con tu alma.
Pero que bella melodía compone nuestros besos,
dónde nuestros labios correspondidos danzan
alegres mis labios de sentir aquella calidez
que sólo tú me la puedes dar.
Nuestra melodía, que nadie podrá igualar,
aquella música que de tus pupilas expresas
que no tiene letra porque las palabras insignificantes son
ante tal maravilloso sentimiento que provoca mi ser para ti.
Oh maravilloso amor, hazme sentir
que vivo de nuevo…
porque tú me haces respirar profundo
tú me haces vivir la vida por amor,
por aquel amor que compone y mueve el mundo
el más sincero y puro amor…
que hoy nos protege y rodea
que nos eleva en el cielo
y que nos hace soñar…
este dulce amor que nos ha unido…
Aquel amor que pido a Dios que nunca nadie
nos pueda separar…
LZ, poeta.
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