Tomé todo de tí, pero nada más...
Tomé todo de tí, desde conocerte,
desde aquel día de diciembre, y hasta el día de hoy,
desde aquel primer baile juntos,
y el seguirte, y admirarte siempre.
desde aquel día de diciembre, y hasta el día de hoy,
desde aquel primer baile juntos,
y el seguirte, y admirarte siempre.
Si tuviera yo, que escoger, entre fama, dinero, poder, o la mujer -Tú- te escogería sin pensarlo,
No necesito hacerlo, eres el máximo regalo de la creación.
No necesito hacerlo, eres el máximo regalo de la creación.
El tesoro más preciado, y de tí, recibí todo, pero nada más,
Y tampoco, nada menos.
Y tampoco, nada menos.
Nada más hermoso que tus manos, de dedos delicados, suaves, tus escotes pudorosos, y sumado, el infinito.
Tus ropas, a veces vestidos, vaporosos, y otras veces,
pantalones de los que estaban de moda, con cinturón grande. Rosas, y blusa negra, que aún recuerdo.
Tus ropas, a veces vestidos, vaporosos, y otras veces,
pantalones de los que estaban de moda, con cinturón grande. Rosas, y blusa negra, que aún recuerdo.
Tu aroma, y el perfume propio de tu cuerpo, que despides,
y me enloquece, va más allá de mi sentido común y mi resistencia, me declaro derrotado, entregado.
y me enloquece, va más allá de mi sentido común y mi resistencia, me declaro derrotado, entregado.
Tus humedades, tus sudores exquisitos, que sólo tú, puedes ofrecerme, tan único como una huella digital,
y que me diste, generosa, todo de tí, pero nada menos.
y que me diste, generosa, todo de tí, pero nada menos.
Tu cabello, negro y largo; tu piel, tan atrayente, como permitida en un tiempo, y prohibida en otro;
tus labios, tan bellos y proporcionados, que siempre me embriagaron hasta perder la razón, mi razón
perdida para siempre en ti, sin más cuestión.
tus labios, tan bellos y proporcionados, que siempre me embriagaron hasta perder la razón, mi razón
perdida para siempre en ti, sin más cuestión.
Tu voz, siempre hermosa, siempre añorada, siempre esperada, tantas veces oída, con la frase que más me gustaba oírte decir, -Te Deseo, Te Amo, Papi-
Tu mirada, con esos ojos miel que te caracterizan,
traviesos y sorprendidos siempre, deseosos, límpios,
entregados, de pupila dilatada al verme,
mirada cachonda, y de pestañeo coqueto y amoroso.
traviesos y sorprendidos siempre, deseosos, límpios,
entregados, de pupila dilatada al verme,
mirada cachonda, y de pestañeo coqueto y amoroso.
Perdido ahorita en la soledad de mi noche, te extraño, te amo, te necesito ahorita, necesito todo de ti, pero nada menos...
Tus lineas, tu delicadeza, tan de mujer, tan fina,
tan elegante, tan arrogante a veces, llegando a rozar la altanería, de la mujer que se sabe perfecta, que lo eres,
lo he dicho, y lo sostengo, bien lo sabes. Eres perfecta, no me discutas.
tan elegante, tan arrogante a veces, llegando a rozar la altanería, de la mujer que se sabe perfecta, que lo eres,
lo he dicho, y lo sostengo, bien lo sabes. Eres perfecta, no me discutas.
Tu sensibilidad, también tan de mujer, que se enternece hasta las lágrimas por un bebé, y que puede ser lo más duro del mundo, si lo crees necesario.
Tu caminar, ondulante y provocativo, con ese movimiento de cadera, tan tuyo, que no le he visto a hembra alguna,
y que no me interesa ver en nadie más, pienso
creo, y concuerdo, en nadie más quiero verlo.
y que no me interesa ver en nadie más, pienso
creo, y concuerdo, en nadie más quiero verlo.
Tu sonrisa, tan limpia, tu risa cantarina, contagiosa, que tanto gocé, que tanto disfruté, y que aún escucho en mi mente.
Tus instintos, a veces tan humanos, y otras, tan animales, tan pasionales y a veces, brutales, como los rasguños y mordidas que me dabas y que tanto disfruté.
Tus eternos juegos, y que a veces, en muchos de ellos, queriendo analizarme; que no se puede analizar a un hombre enamorado, porque no es racional, ni lo será nunca.
Tus salidas, argucias y debilidades, que conozco tan bien, y que exploto yo, para hacerte humedecer, como me lo confiaste más de una vez. Y que aún lo hago, y me lo confirmaste, a pesar de tu dominio por la mente.
Tu coquetería, tan natural, tan de niña, tan de mujer, que me provoca locura y la pérdida del resto de mi cordura.
Tu risa triunfante y seductora, al notar mis pupilas totalmente dilatadas, viéndote como se ve lo más amado, lo más deseado, lo más necesitado. Que lo tomé todo, pero nada menos.
Tu cuerpo, aún no inmortalizado por pintor alguno, ni por cantante, ni escultor, sólo por este pobre escritor que te ama, mi Dama, Mi Musa, Mi Eterno Amor.
Y que aún no puedo describir de forma justa, precisa y cierta, porque no encuentro el como hacerlo, me faltan palabras, me gana la pasión, el deseo, y la urgencia.
La justa dimensión, estructura, y proporciones, me nublan la razón, y me quedo sin palabras, me dejas sin ellas.
Tu capacidad de consuelo, tu optimismo contagioso, tu nobleza demostrada más de diez veces, una de ellas incluso con un pastel de frutas, regalo precioso.
Tu capacidad e instinto, para detectar el peligro, y poder huir grácilmente de él, sin arriesgar más de lo necesario.
Tu habilidad de detectar enemigos escondidos, feroces, emboscados, embusteros, que intentan sojuzgarte.
Que alguna vez lo han logrado, hay que mencionarlo, pero de los cuales conoces debilidades y fortalezas.
Que alguna vez lo han logrado, hay que mencionarlo, pero de los cuales conoces debilidades y fortalezas.
Me rescataste a mí, de uno de mis momentos más aciagos, y en otro, me dijiste adiós, sin permitir réplica ni defensa.
Se me hizo totalmente injusto, pero eres tú, no yo.
Se me hizo totalmente injusto, pero eres tú, no yo.
Tengo que respetar eso, por más que no me guste, y te lo he dicho una y otra vez. Dictadora a veces, bella siempre.
Que lo tomé todo de tí, pero nada menos.
Que lo tomé todo de tí, pero nada menos.
Me inspiraste, me indujiste, motivaste, me provocaste, incluso me has incendiado, igual que me has aplastado.
Así es la vida, y así será.
Así es la vida, y así será.
De todas estas vivencias, únicas y preciosas, sólo queda decir, que me enseñaste a vivir la vida, a ganar y a perder, y yo, que nunca fui paciente, y bastante celoso, ahora me encuentro del otro lado, en espera y aguantando lo que no se puede aguantar, por lo menos, no con cordura.
La locura me invade, más, ya que siempre he sido un loco.
Loco desde que te conocí, desde que te robé todos y cada uno de los besos que llevo tatuados en el alma, y que se arremolinan todos ahí, en ese rincón, llamado corazón.
Desde aquella vez, que contestaste mi pregunta, y entre ansiedad y miedo, me aceptaste.
Y los miles de besos que te robé, eternos besos, besos que aún me mantienen vivo.
Si lo sabe Dios, -Que lo sabe-, que lo sepa el mundo.
Tomé todo de tí, pero nada menos.
Y cuando digo todo, quiero decir todo. Hasta perderte en la locura y la pasión, sin importar dichos ni promesas.
Tomé todo lo que quise, te tomé completa, te tomé entera.
Tal vez, el punto a discutir, es eso de defender a los machos, es algo que no entenderé nunca. Yo no lo soy. Fue educado para no serlo. Pienso en igualdad, no en lo contrario.
Y a esto, no pienso cambiarle una sola coma.
(P.D. El Escritor sabe a quién se lo escribe. El lector, solo puede suponerlo, o imaginarlo. O adjudicárselo a alguien, pero sin la certeza del escritor.)
Sí, esto es para tí, porque tomé todo de ti, pero nada menos.
Nota al calce: No es poesía, no es sólo prosa, es la verdad.
Y ahorita suena nuestra canción, esa que siempre bailamos, en cada fiesta que fuimos, donde reposabas tu cabeza en mi hombro, y así, te robaba besos...
Tomado del Facebook de VMVA, escritor.
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