viernes, 20 de noviembre de 2009

Por Qué Te Amo

¿Sabes? Hoy amanecí con una duda.
¿Por qué te amo tanto?
¿Por qué Dios te puso en mi camino?
Quizá te pueda decir porque eres muy bella, quizá te pueda decir porque eres muy tierna, quizá te pueda decir porque sólo tú me has de dar el cariño y amor que siempre anhelé.

Todo lo que te digo es muy cierto, pero… ¿te amo por eso?
Muchas veces se lo he preguntado a mi corazón. Su respuesta fue… la amas por ser la persona más dulce y por tener el corazón mas blando de este mundo.

Es verdad, mi corazón tiene mucha razón, pero.... no contento con eso fui y le pregunté a mi mente la cual me contesto: “es simple, la amas por su delicadeza, por su inteligencia y porque es la única que te escucha y parece entender cada palabra tuya”, muy buena respuesta ¿no crees?; pero… ¿es por eso que te amo?

Es muy cierto, te amo por todo lo que digo pero… ¿es razón suficiente para amarte?

Quise preguntárselo a mi espíritu, entonces me puse a meditar, cuando vagando estuve por el mundo al fin me encontré con mi espíritu, que por cierto lo encontré muy triste, pero feliz a la vez le pregunte que era lo que le pasaba, el sólo me dijo: te estuve esperando sabía que llegarías a mi y grito al cielo ¡gracias mi amor! ¡gracias Dios!, me sorprendí totalmente.


Mi espíritu me dijo: “Sé a qué vienes, lástima que hayas venido hasta acá para saber tu respuesta… ¡pues mira!... La respuesta está frente a ti”… quedé atónito, no sabía a qué se refería.

Sabes… por eso estoy triste, porque la respuesta camina junto a ti cada minuto de tu vida; yo aún confundido miraba a todos lados sin encontrar la respuesta, mi espíritu me sacudió de los hombros y me gritó:
“¡Mira a tu alrededor!”, entonces cuando volví en si, me di cuenta que la respuesta era mi espíritu, mi alma.

Desde que te conocí sentí que mi alma volvió a mí, sentí que esa parte que había perdido regresaba a mi lado, sentí que desde que te conocí soy el ser más completo de esta vida, hoy son muchos ya los días de estar a tu lado, días de infinita alegría, meses de locuras por verte, meses que parecían décadas, en verdad te doy gracias por dejarme conocerte tal y como eres, por darme permiso de explorar por cada rincón de tu vida y hacer mías las fantasías más cohibidas.

Te doy gracias por dejarme saber que existes, por dejarme pensar que como yo nadie podrá amar, por darle las respuestas más obvias a las preguntas más complicadas sobre mi vida.

¿Por qué te amo tanto? Es muy simple mi amor…
te amo tanto por dejarme reencontrarme conmigo mismo, con mi espíritu, con mi alma.

¿Por qué Dios te puso en mi camino?...
sencillamente, porque sólo alguien como tú podría llenarme de felicidad.


Pero… sí, no hay duda que encontré las respuestas aunque me hayan dejado otra duda.
¿Acaso tú no eres mi alma?... puesto que, ¿acaso no era a ti a quien buscaba? Sé que encontraría la respuesta, pero esas respuestas me traerían más preguntas y quien sabe… mi última sería si yo soy tú o si tú eres yo…

Tal vez lo único que logre con esta carta es confundirte más y más, pero… entiende lo que escribí…
Lo único que entiendo es que te amo; nunca lo dudes, ¡te amo! Y que pase lo que pase siempre será así, pues desde que te conocí vivo para ti, moriría por ti, a Dios rogaré por ti y hasta en tu marioneta me convertiría por ti. Mil hojas escribiría, mil lapiceros acabaría, sentado me quedaría, sólo para decirte el motivo de mi vida ahora que estas tú, pero sólo dos palabras son capaces de resumirlo todo.


Sólo dos palabritas son capaces de representarlo todo: ¡Te amo!

John Manny, Shoshan ( Chile, Cartas de Amor, 2007)

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