viernes, 30 de enero de 2015

jueves, 29 de enero de 2015

Porque Te Amo, Liliana


Cuando yo me vaya



Cuando yo me vaya, no quiero que llores, quédate en silencio, sin decir palabras, y vive recuerdos, reconforta el alma.


Cuando yo me duerma, respeta mi sueño, por algo me duermo; por algo me he ido.


Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada, y casi en el aire, con paso muy fino, búscame en mi casa, búscame en mis libros, búscame en mis cartas, y entre los papeles que he escrito apurado.


Ponte mis camisas, mi sweater, mi saco y puedes usar todos mis zapatos. Te presto mi cuarto, mi almohada, mi cama, y cuando haga frío, ponte mis bufandas.

Te puedes comer todo el chocolate y beberte el vino que dejé guardado. Escucha ese tema que a mí me gustaba, usa mi perfume y riega mis plantas.

Si tapan mi cuerpo, no me tengas lástima, corre hacia el espacio, libera tu alma, palpa la poesía, la música, el canto y deja que el viento juegue con tu cara. Besa bien la tierra, toma toda el agua y aprende el idioma vivo de los pájaros.

Si me extrañas mucho, disimula el acto, búscame en los niños, el café, la radio y en el sitio ése donde me ocultaba.

No pronuncies nunca la palabra muerte. A veces es más triste vivir olvidado que morir mil veces y ser recordado.

Cuando yo me duerma, no me lleves flores a una tumba amarga, grita con la fuerza de toda tu entraña que el mundo está vivo y sigue su marcha.

La llama encendida no se va a apagar por el simple hecho de que no esté más.

Los hombres que “viven” no se mueren nunca, se duermen de a ratos, de a ratos pequeños, y el sueño infinito es sólo una excusa.

Cuando yo me vaya, extiende tu mano, y estarás conmigo sellada en contacto, y aunque no me veas, y aunque no me palpes, sabrás que por siempre estaré a tu lado.

Entonces, un día, sonriente y vibrante, sabrás que volví para no marcharme.

Carlos Alberto Boaglio

miércoles, 28 de enero de 2015

Te sé de memoria...


Te Amo Liliana


Te Besaré...


Verdad


Que tu mundo empiece y acabe conmigo...


Y desde entonces es verano...


Me pareces Perfecta

Me pareces perfecta de tantas maneras distintas, que podría empezar a ordenar las veces que me has dejado sin respiración....

(Adaptado de Ckristoper Climaco)

Déjame


HAPPY BIRTHDAY!!!

Felicidades Amor de Mi Vida!! :*

Hola Mi Amor!

Que Hoy sea especial! Te mando besitos! Te Amo!!

Sircyta!!!

Tu Patito Pafé

viernes, 23 de enero de 2015

Polvo de Estrellas...

Hola Mi Amor :*

Te comparto esto... Te Amo!! Sircyta!!

De polvo de estrellas están cubiertas tus mejillas.... de luceros tus ojos.... de soles tu cuerpo... de ardores volcánicos mi corazón... estrella mía.... brilla en el cielo de nuestra pasión.... y surca el infinito cosmos volando siempre en mágica comunión.... 

Autor LAP

jueves, 22 de enero de 2015

El conejito de las orejas grandes y rosadas.

Había un conejillo con unos ojos muy brillantes, el pelo más claro que existía y unas orejas muy grandes, hermosas, rosadas y tersas.
Como era un conejo rebelde, Se fué de casa y se fué a vivir a un lugar que aunque no estaba tan apartado de los otros conejos y conejas, a veces le hacía sentirse solo, tenía que trasladarse largas distancias para encontrar su alimento y por más que trataba de integrarse a otra comunidad de conejos que estaba cercana, esto le resultaba difícil y complicado.
Esa no era su comunidad original y estos otros eran conejos que poseían orejas más pequeñas y un pelaje de un color grisáceo. Estos conejos tenían una enfermedad muy contagiosa que consistía en estar enojado y que los ponía agresivos. Las conejas lo hacían de manera abierta y explícita, mordían y arañaban, pero a los machos se les manifestaba de otra forma. La agresión que ellos manifestaban era menos clara, era velada, de hecho casi no se notaba, era tan velada que casi casi parecían víctimas de las conejas, pero ellos también las lastimaban aunque de una manera distinta.
Cuando se acercaba a la comunidad, había conejos que no lo aceptaban del todo y la coneja que más le importaba, lo miraba con desdeño, criticándolo siempre y reclamándole lo distinto que era.
Aunque no se sentía del todo satisfecho, decidió que ya no quería estar solo y se integró a la comunidad de los conejillos de las orejas más pequeñas. Empezó una nueva vida con la coneja desdeñosa y eso le hizo sentirse menos desadaptado. Los otros lo empezaron a incorporar a la comunidad pero siempre con reservas. Él se acostumbró tanto al rechazo de los demás conejos sus vecinos y su coneja de orejas chicas, que llegó el día en que sin darse cuenta empezó a mudar su bello pelaje blanco en un intento por agradar. Él pensó que eso era lo mejor que podía tener para no estar solo. Y confundido, creyó que no importaba lo que tuviera que hacer y soportar con tal ser querido y aceptado.
Además, empezó poco a poco a contagiarse de esa enfermedad tan extraña.
Con el paso del tiempo, el maravilloso conejo de orejas grandes y rosadas, se acostumbró tanto al rechazo y la crítica que cuando nadie lo criticaba, él hacía algo para recordárles a los demás que era diferente, que no era de los suyos, buscando, casi sin darse cuenta, ese sentimiento de dolor y sufrimiento que debía acompañar a su supuesta felicidad. Como si ese fuera el precio que pagaba por ser aceptado y querido.
Además, ya contagiado, él también agredía de esa forma encubierta y velada. El conflicto se hizo parte de su vida. Tanto, que cuando no lo tenía, no se sentía bien y hacía cosas para propiciarlo. Eso le resultaba emocionante y alimentaba su errónea creencia de que sólo así se podía alcanzar el amor y de que sólo así podía divertirse.
Un día que salió de la comunidad sin querer se perdió. Él conejo de las orejas grandes y rosadas se sentía confundido y no sabía que hacer, caminó y caminó hasta perder el sentido y hasta que el sueño lo venció.
A la mañana siguiente, ya despierto, con la luz del sol y lo apartado del lugar, fué recordándo poco a poco. Sentía reconocer el lugar, que era en el que vivía antes y así también poco a poco fué recordándo todo lo que hacía antes de estar en la comunidad de los de las orejas pequeñas.
Casí mágicamente fué recordándo el lugar en el que vivía, recordó como se sentía estar sano y cómo era su vida antes de que se enfermara. Incluso empezó a recordar a otros conejos y conejas de orejas grandes y rosadas.
Recordó que antes no tenía que hacer nada ni sacrificar nada para ser querido y aceptado. Recordó que sólo bastaba ser Él, para que los otros conejos y conejas lo apreciaran. También recordó que él no tenía que defenderse del rechazo y que no había necesidad de agredir, porque nadie le atacaba.
Se acordó de que antes de estar enfermo, no tenía que hacer cosas que lastimaran ni agredieran a nadie, ni siquiera de forma encubierta. Y repentínamente se dió cuenta que tampoco se agredía a sí mismo.
Fué recordándo automáticamente que existían formas saludables de vivir y que antes de irse, él había estado aprendiéndo nuevas formas de amar en las que no lo atacaban y él no tenía que defenderse ni justificarse. Tampoco tenía que mentir ni buscar castigos. Se dió cuenta que se merecía ser felíz sin pagar ningún precio lastimoso y que no tenía que mudar su pelaje para encajar en el medio.
Antes de la enfermedad, también podía divertirse sin agredir de forma velada. Recordó lo emocionante que resultaba reírse, lo excitante de retozar y que era mucho más complaciente y satisfactorio hacer locuras en el bosque que sabotear su felicidad.

I Can't Hold Back

martes, 20 de enero de 2015

Quiero despertarme contigo...


Te quiero


A tu lado, siempre, siempre, Mi Liliana


Trátame suavemente

Alguien me ha dicho que la soledad se esconde tras tus ojos
y que tu blusa adora sentimientos, que respiras
tenéis que comprender, que no puse tus miedos
donde están guardados
y que no podre quitártelos
si al hacerlo me desgarras
no quiero soñar mil veces las mismas cosas
ni contemplarlas sabiamente
quiero que me trates suavemente
Te comportas de acuerdo
con lo que te dicta, cada momento
y esta inconstancia, no es algo heróico
es mas bien algo enfermo
no quiero soñar mil veces las mismas cosas
ni contemplarlas sabiamente
quiero que me trates suavemente
No quiero soñar mil veces las mismas cosas
ni contemplarlas sabiamente
quiero que me trates suavemente
quiero que me trates suavemente
quiero que me trates suavemente
suavemente, suavemente, suavemente.

Trátame Suavemente

miércoles, 14 de enero de 2015

jueves, 8 de enero de 2015

Liliana

Siempre te llevo en mis pupilas

Patito Pafé